lunes, 22 de enero de 2018

Nasca: ¿Pueblo sin fundador ni fecha de fundación? I (Sixto Fernández Alvarado)

NASCA: ¿PUEBLO SIN FUNDADOR NI FECHA DE FUNDACIÓN?

PRIMERA PARTE
Por: Sixto I. Fernández Alvarado

DE CÓMO SE FUNDABAN LOS PUEBLOS COLONIALES

Nuestro pueblo de Nasca, celebra erróneamente como “fecha de aniversario” la de su ascenso a la categoría de Provincia, ocurrida en 1941 durante el gobierno del Presidente don Manuel Prado. ¿Por qué? Porque hasta hoy, NADIE promueve que se investigue y establezca la fecha de su fundación colonial y el nombre de su fundador, pese a existir valiosa información histórica, aunque lamentablemente no exista o no se haya encontrado el Acta de Fundación. ¿Es que a nadie le interesa? a nosotros, ¡SÍ! Y muchísimo, y como muestra, nuestro primer artículo publicado en un diario (“Liberación” de Lima-2001), desarrolló dicho tema. Y aquí lo demostraremos nuevamente, no sin elevar nuestra voz de protesta como en tiempos idos lo hiciera repetidamente nuestro amado padre, historiador y patriarca de la cultura, en Nasca. “De raza, pues, como dice el refrán-¡le viene al galgo!”

En principio, creemos que la estructuración de un estudio serio de ésta naturaleza, debe y tiene que iniciarse, ofreciendo ilustración sobre la forma en que se fundaban los pueblos coloniales; considerando que la potestad de fundar una ciudad no podía atribuirse cualquier español: inicialmente, fue exclusiva de Francisco Pizarro, por ser Gobernador y Capitán General al mismo tiempo. Luego, esta potestad sería delegada a otros.
Trasladando sus usos y costumbres, los conquistadores del siglo XVI, “fundaron” pueblos en nuestro territorio, impostándolos sobre los que ya existían milenariamente, re bautizándolos con nombres “cristianos” y haciendo advocación de la “Santísima Trinidad”, sus santos, vírgenes, etc. En un inútil afán –decimos nosotros- “de hacer de la nueva sociedad colonial en América, fiel reflejo de la española…”

En tales ceremonias destacaban: la cruz, como “símbolo del poder espiritual”, es decir, la Iglesia; el rollo, símbolo del Cabildo;  y la picota, como representación de la Audiencia”. La posesión territorial se hacía valer con la fundación de pueblos e iba en paralelo con la imposición de la religión católica y de la lengua española “como únicos códigos válidos de interacción…”

“Un pregón convocaba a los soldados que desearan inscribirse como vecinos. Por lo menos, debía haber treinta (30) vecinos para fundar una ciudad, pero también podían contarse como testigos, los moradores locales y hasta viajeros. En principio, el fundador “realizaba una toma simbólica del espacio cortando hierba y ramas de los árboles del lugar. A continuación y generalmente montado a caballo, iniciaba el ritual con éstas palabras: “En el nombre de Dios, de nuestra Señora Santa María y de Santiago, patrón y defensor de los reinos y señoríos de España…” Ó también de ésta otra: “Caballeros, séanme vuestras mercedes, testigos de como yo, en nombre de su majestad, tomo posesión actual y…” “…por si alguna persona hay, que me contradiga o defienda, salga en campo aquí conmigo…”.

No habiéndose presentado resistencia u objeción alguna, se procedía a la fundación. Terminado el ritual, se hacía el trazado de la plaza y alrededores” “Cada manzana se dividía en cuatro solares, que se repartían entre los vecinos y las órdenes religiosas…” también se marcaban los solares donde funcionarían el Cabildo, la cárcel, la casa del fundador y aquellas donde residirán los españoles. Luego continuaba la distribución de solares para los pobladores, de las tierras comunales, designación de las autoridades, Todo lo actuado quedaba registrado en el “Acta de Fundación”, documento elaborado por un Escribano y en el que se anotaban todos los datos referentes a la fundación y el nombre de los vecinos fundadores. El capitán fundador, el sacerdote y los testigos que asistían a la ceremonia, firmaban el acta. El documento se cerraba y con él se abría el primer libro de cabildo”-

Asimismo, se erigía una cruz y “se clavaba una estaca que marcaba simbólicamente el lugar donde se ubicaría la Picota” (tronco de un árbol ò columna de piedra), símbolo de la justicia, del poder de los hombres ó temporal, llamado también “Palo de la Justicia”, lugar donde se castigaba a los malhechores, exponiendo sus cabezas los ejecutados, y los reos a la vergüenza pública. En el Perú y empezando por Lima, las picotas solo fueron postes altos de madera. Las Cortes de Cádiz ordenaron la destrucción de picotas por el Decreto de 26 de mayo de 1813. Tal vez y como consecuencia de ello, fueron desaparecidas en nuestros pueblos. Esto nos invita a plantear nueva reflexión: Dice la leyenda que, luego de la victoriosa acción armada en Nasca (Octubre 1820) el coronel Manuel Rojas “plantó en el centro de la Plaza, como símbolo y recuerdo, un poste de madera de huarango…” ¿No sería el poste de la Picota, ora rebautizado como “Palo de la Libertad”?

Privilegiada atención merecía la ubicación del templo para “los divinos oficios”. Todo pueblo, “por más insignificante que pudiera haber sido, no carecía de iglesia, aunque ésta fuera una precaria construcción de paredes de barro y techo de paja…” Allí se efectuaba el adoctrinamiento de los indios, y los Encomenderos “tenían obligación de ubicarlos lo más cerca posible del pueblo de españoles donde estaba situada la iglesia…” La iglesia –en contrario a la picota-era símbolo del poder divino o secular.
Las primeras ciudades fundadas en el Perú fueron: San Miguel de Piura (1532); Cusco (Marzo, 1534); Jauja (abril 1534); Lima (Enero 1535); Trujillo (Marzo 1535); Chachapoyas (Setiembre 1538); San Juan de la Frontera de Huamanga (Ayacucho) Enero 1539); Huánuco (Agosto 1539); Arequipa (Agosto 1539),Moyobamba.

Ica, como ciudad colonial, recién fue fundada en junio de 1563. Lamentablemente su Acta de Fundación se perdió, pero existen documentos fundamentales que lo confirman.  Cuando se fundó la Villa de Valverde, regía la ordenanza dada por el Emperador Carlos V, en el año 1523, pero a partir del 13 de Julio de 1573, el rey Felipe II promulgó tal normativa en el contexto de “Ordenanzas de descubrimiento, nuevas poblaciones y pacificación de las Indias”, el 13 de Julio de 1573.
Hasta aquí, amable lector, y tomando en cuenta lo expuesto líneas arriba, preguntémonos: ¿Se fundó Nasca a la usanza española? Lo invitamos para intentar despejar juntos, tal Interrogante, en la Segunda Parte y aquí, en La Opinión”, ¡El diario que ofrece cultura!

FUENTES:
“Fundación de ciudades hispanoamericanas“, Aguilera Rojas J., Madrid: Editorial Mapfre, 1994.
“Presente y Pasado”. Revista Historia. ISSN: 1316-1369. Año 8. Volumen 8. Nº 15. En-Junio 2003.
“Ritual de Fundación de Altamira de Cáceres”- Por: Elvira Ramos** Ernesto Silva
condechaucato@yahoo.es

CONTINUARÁ…

(Publicado en el diario “La Opinión” de Ica, el 20.11.2017)

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