lunes, 22 de enero de 2018

Nasca: ¿Pueblo sin fundador ni fecha de fundación? III (Sixto Fernández Alvarado)

NASCA: ¿PUEBLO SIN FECHA DE FUNDACIÓN NI FUNDADOR?

TERCERA PARTE

Por SIXTO FERNÁNDEZ ALVARADO

Como ya es sabido, el único que intentó dar luces sobre éste oscuro tema, fue el R.P. don Alberto Rossell Castro, quien fuera Párroco de Nasca (1942) y profesor del Colegio San Luis Gonzaga de Ica en donde aún alcanzamos a conocerlo, en 1969. Él accedió a valiosas fuentes como son el Archivo de la Nación, Archivo de la Biblioteca Nacional, antiguos archivos de Notarías y otros. Si transitamos sobre sus huellas, reafirmaremos su testimonio, hallaremos más valiosos documentos, y consolidaremos éste vital capítulo histórico de nuestra amada tierra.


Pues, en estas condiciones, y en medio de una clamorosa ausencia de documentos físicos como: Cédulas Reales, Acta de Fundación, cartas, apuntes, cuadernos, libros, etc. ¿Cómo escribirla? ¿Cómo zurcir lo que tenemos con lo que suponemos? ¿Con solo puntadas de intuición, imaginación y hasta fabulación? Camino que nos es vedado transitar: “Siempre hemos creído que la fábula y la ficción desnaturalizan la historia, rebajando en mucho el carácter de severa majestad con que ella debe presentarse revestida” (Ricardo Palma).

Contamos, pues, como material inicial de estudio, lo que describió Rossell en su obra “Historia Colonial de los Valles de Nasca”. A partir de ello, planteamos reflexiones, hipótesis y conclusiones.
1.-Que, el curaca don Francisco Nanaska, primer indígena “reducido” (bautizado) voluntariamente, “dio el primer asiento a los españoles que llegaron”. ¿A quiénes? Indudablemente, a soldados que llegaron, inmersos en la guerra entre los socios Pizarro y Almagro, alrededor de 1538.

Esto nos da pie a elaborar una primera hipótesis: que se habría ensayado un primer asiento o “primera fundación”, entre 1538 y 1541. No olvidemos que, Diego de Almagro y el mismísimo Francisco Pizarro, -respectivamente- residieron varios días en Nasca en medio de su posicionamiento militar. Es perfectamente posible que en esas circunstancias ocurriera el bautizo de don Francisco y otros antiguos Curacas. Alrededor de idas y venidas de tropas y mensajeros, etc. todos los documentos y cartas que se cruzaron, se refieren al “Pueblo de Nasca”.


1.- En 1540 se posicionó el primer Encomendero don Garcìa de Salcedo, pero situándose específicamente en el distrito (Aldea en esa época) de Ingenio.
2.-Que don García Nanaska-padre, y don García Nanaska-hijo, “fueron los verdaderos benefactores del valle de Kaxamarca, quienes donaron a los encomenderos sus bienes para la formación del pueblo colonial en el sitio de la Parcialidad de Nasca, dándole el nombre de “Santiago Apóstol de Nasca” (i), donde se redujeron los demás indígenas del valle y se dieron los asientos a los españoles el año de 1549, con fecha quizás de 25 de julio, día de la festividad del santo patrón del pueblo…”.

La expresión en plural “los encomenderos”, alude según los hechos Históricos, a que don Garcìa de Salcedo habría recibido previas donaciones para fundar el pueblo pero no lo hizo, obsesionado en la explotación agropecuaria que estableció en Ingenio, en sociedad con Pizarro. Tales “bienes” que para la fundación de un pueblo se traducen en tierras, los habría traspasado a su sucesor, el capitán don Pedro Gutiérrez de Mendoza, a quien cedió la Encomienda en 1549. Sin embargo, todos los historiadores que han escrito sobre ambos, ni siquiera los han insinuado como posibles actores de la fundación.

3.-Que, fue el cacique García Nanaska padre, el que “dió asiento a los vecinos y moradores españoles, a los soldados cristianos servidores del Virrey, para una casa y una huerta, según las normas impartidas desde España por el Rey. Este asiento se hizo en el mismo lugar donde se encuentra la actual ciudad de Nasca…”
Esta es para nosotros, la versión más contundente y aceptable y que expresamos en una segunda hipótesis: el Curaca don Garcìa Nanaska-padre- fundó el pueblo colonial de Nasca, en forma suigéneris, extraordinaria, pero “según las normas impartidas desde España por el rey”. Norma u Ordenanza dictada por el rey Carlos V en 1523 (¿o 1526?) y que entre otros establecía en forma general: “Cuando hagan la planta del lugar, repártanlo por sus plazas, calles y solares a cordel y regla, comenzando desde la plaza mayor, y sacando desde ellas las calles a las puertas y caminos principales, y dejando tanto compás abierto, que aunque la población vaya en gran crecimiento, se pueda siempre proseguir y dilatar en la misma forma. Procuren tener el agua cerca, y que se pueda conducir al pueblo y heredades, derivándola si fuere posible, para mejor aprovecharse de ella, y los materiales necesarios para edificios, tierras de valor, cultura y pasto, con que excusarán el mucho trabajo y costos que siguen de la distancia... en caso de edificar a la ribera de algún río, dispongan la población de forma que saliendo el sol, dé primero en el pueblo que en el agua14.” (“Ciudad y Territorio”- Institut français d’études andines) Fabio Zambrano y Olivier Bernard.

Tal Ordenanza u Ordenanzas estaban vigentes en 1549 y seguro fueron de conocimiento del curaca. Para quienes nieguen –en su perfecto derecho a pensar diferente- que el fundador de Nasca fue un indígena, preguntémonos por qué, un acucioso historiador como lo fue Rossell (y que hurgó debidamente en valiosos archivos), no se empeñó en encontrar y señalar el nombre de un español que presidiera tal acto de fundación. Pero no lo hizo. ¿Por qué? Porque –concluimos nosotros-no lo halló, no existe porque, repetimos: la fundación de Nasca fue “sui gèneris” aún cumpliendo ciertos cánones o requisitos de la usanza española: a) Don García fundó el pueblo un 25 de Julio de 1549, día que, en el calendario de la iglesia de la religión impuesta, se festeja al apóstol Santiago.

b) Lo bautizó con un nombre cristiano, de aquel santo: “Santiago de Kajamarca de la Nasca”

c) “Metrò” personalmente los solares: esto implica que el propio Curaca habría clavado la estaca para señalar la ubicación de la “picota” y demarcar la Plaza y los solares que donó a los españoles, como afirma Rossell: “…en el mismo lugar donde se encuentra la actual ciudad de Nasca…”.

d) Demarcó el solar asignado para la capilla, ermita o iglesia “de paredes de barro y techo de paja” la misma que habría sobrevivido hasta 1810, según menciona la leyenda de aparición de la Virgen de Guadalupe.

Atendamos éste dato: El Sínodo de San Pedro de Piscobamba (24 Noviembre 1594) estableció en su Constitución 37: “Los españoles que producen escándalos en pueblos de indios deben ser expulsados y enviados a ciudades de españoles”. En concordancia con ello, la obra “Don Gonzalo del Campo, Canónigo de Sevilla y Arzobispo de Lima” (de: Patiño Delgado Castañeda), transcribe en su página No. 56 lo que señala un informe de 1618: “Los Agustinos tienen en lugares de españoles: siete conventos: el de Lima con 130 frailes, Trujillo con 20-24; Guánuco con 12; Caña con 12; Ica con 18; Cañete y Puerto Callao con 06 cada uno; Entre los indios tienen Conventos en: Guamachuco, con 12 frailes y en Nasca, con 06” (15). Igual distribución y discriminación hicieron los dominicos, franciscanos y mercedarios aunque ninguna de éstas órdenes estuvo en Nasca.
Y en el pie de página dice: (15): “No es pueblo formado por españoles, pero hay muchos con haciendas en sus valles. Es convento necesario pues solo hay allí un cura. Tiene sustento y patronazgo de un cacique (curaca) que le dejó el solar y una viña…” Este es un irrefutable testimonio que abona a nuestra hipótesis (¿Ora convertida en tesis?) de que Nasca fue fundado por “indios” y antes y después de la erección del Convento San Agustín (1591) seguía siendo considerado “pueblo de indios” y no de españoles; por tanto, el pueblo de “Santiago de Kajamarca de la Nasca”, no fue fundado ni por los Encomendero Garcìa de Salcedo y Pedro Gutiérrez de Mendoza; tampoco por el Capitán Alonso de Mendoza (fundador de La Paz, en Bolivia), ni por el Visitador La Gasca y mucho menos por el virrey Hurtado de Mendoza. Este testimonio, sumado al que nos ha ofrecido el R.P. Rossell Castro, aún con ciertas contradicciones, ¡Ratifica que el verdadero fundador del pueblo de la Nasca fue el cacique don García Nanaska-Padre!

Nasca fue Encomienda y coexistió como “Repartimiento. Esto lo demuestra la obra “Real Hacienda y Negocios. Garcìa de Salcedo, Oficial Real en Lima 1532-1556” (Por: Victoria Carmona y Antonio Acosta). Allí se señala que, el Repartimiento de la Nasca, proveía mano de obra gratuita, como por ejemplo: 50 indios renovables cada 15 días, seguramente “negociados” con los Curacas a cambio del no pago de tributos, para el emporio agropecuario del Veedor Garcìa de Salcedo, establecido en Ingenio.

Una valiosa prueba es una de las respuestas que dieron testigos de Nasca ante un cuestionario de 24 preguntas que presentó el Dr. Cuando realizó la “Investigación de la conducta de los Visitadores de Idolatrías en Nasca”, en 1623. “…todos los años se les queman a los indios los ranchos que tienen fuera de la reducción para que vivan en el pueblo y cuando viene la cosecha se vuelven ellos donde tienen sus haciendas…”. Así funcionaban los Repartimientos para explotar a nuestros antepasados.

Más tarde se suprimieron las Encomiendas y se crearon las “Reducciones” (pueblos con trazos hispanos) con más efectividad en la zona andina, pero que también existieron en la costa, de tal forma que, un conjunto de “Reducciones” constituyó un “Corregimiento”. Después se eliminaron éstos, convirtiéndolos en “Intendencias” mientras que los repartimientos pasaron a denominarse “Partidos”.

¿TESTIMONIOS ARQUITECTÒNICOS DEL PUEBLO COLONIAL DE NASCA?

Cieza de León, el magnífico cronista, dijo de Nasca (entre 1548 y 1550): “En el principal valle destos de La Nasca (que por otro nombre se llama Caxamalca) había grandes edificios con muchos depósitos, mandados a hacer por los Ingas…” Solo quedan en pie, los restos llamados “Paredones”. Dice líneas arriba, que los españoles prefirieron ser “Hacendados” y por ello, algunos testimonios coloniales se conservaron y se conservan en algunos fundos o haciendas. Si hubiese sido fundado por españoles, el casco urbano hubiese tenido fisonomía colonial, de lo cual casi no existe evidencia. La única referencia disponible es el apunte a carboncillo que hizo el cronista indio Guamán Poma del pueblo que conoció alrededor de 1595, y sin embargo éste parece ser el calco de un “patrón” porque es similar a los que hizo de otros pueblos o Villas como la de Ica. Destaca nítidamente, una iglesia colonial y un enorme “canchón” o solar para la Plaza, el Cabildo y algunas viviendas de españoles.

Nasca no fue, pues: “una ciudad hispanoamericana es una plaza mayor rodeada de calles y casas, antes que un conjunto de casas y calles en torno de una plaza mayor”. En Nasca, la “Plaza” fue por siglos, un descuidado “canchón” ó pampichuela, un terral y lugar de encuentro para las transacciones comerciales y para atar a las acémilas. Solo tomó forma de una auténtica Plaza, a partir del 1900.

condechaucato@yahoo.es

(Publicado en el diario “La Opinión” de Ica, el 04.12.2017)

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