NUESTRA VIRGEN DE GUADALUPE :
La historia de la imagen de la Virgen de Guadalupe española, se remonta al año 1326 en que fue encontrada milagrosamente por el pastor Gil Cordero en el Río Guadalupe en Cáceres de Extremadura desde donde se inicia su devoción; además de la otra imagen famosa de Andalucía llamada también Guadalupe o Chiquitilla del Gavellar encontrada por el labrador Juan Martínez, ambas son virgenes talladas en madera negra con el niño Jesús, posteriormente vendrian las copias con tes blanca, como las existentes en Cataluña y las Islas Canarias.
Con el paso de los años su devoción la convirtió en la Patrona de la Hispanidad, señalemos que Cristóbal Colón la trae a nuestro continente en la Carabela Santa María, el mismo navegante bautiza como Guadalupe a una isla del Caribe. En muchos lugares de España, Europa, Asia, Africa y América es patrona la Virgen de Guadalupe extremeña. Debemos indicar que los conquistadores de Perú y México, Francisco Pizarro y Hernán Cortez eran extremeños y devotos de la Virgen de Guadalupe.
Nuestra imagen nasqueña que es copia de la mencionada Virgen oscura pero en tes blanca, apareció, según refiere nuestra inmediata leyenda escrita por el Profesor Josué Lancho Rojas, en las arenas de San Nicolás en el siglo XIX y cuya devoción se continúa con fervor en pleno siglo XXI.
( Miguel Oblitas Bustamante )
“LA LEYENDA DE LA VIRGEN DE GUADALUPE DE NASCA”
Cuenta la tradición Nasqueña que por muchos años su patrono religioso fue Santiago, y que el año 1810 se le sustituyó por la santísima y venerada Virgen de Guadalupe.
Este cambio obedeció a un acontecimiento muy especial, cuando el 4 de Setiembre de 1810 un pastor cuyo nombre se recuerda como Miguelín, encontró una caja de madera semienterrada por la arena, en la Bahía de San Nicolás. Dentro de la caja varada, que se presume, perteneció al cargamento de un galeón español que encalló por algún motivo en alta mar, se halló una hermosa imagen de la Virgen de Guadalupe.
La noticia de tan espectacular hallazgo, corrió rápidamente entre las vecindades de Acarí, Yauca, Chala e Ica, quienes realizaron expediciones con la finalidad de llevarse el pesado cajón hasta sus respectivos pueblos; pero es el caso que todos fracasaron en sus intento, impedidos por los grandes médanos de arena que se forman en esos lugares.
Los vecinos de Nasca enterados de la noticia irrumpieron en busca de las primeras autoridades, los mismos que se encontraban en casa del Capitán don Pedro de Rivera; una vez juntos marcharon en búsqueda del Cura de la Diócesis Fray Sotil, de la Orden de los Ermitaños, que de inmediato y despojándose de sus hábitos arremetió con estruendosas campanadas al llamado del pueblo, el cual no se hizo esperar y se concentró en la Plaza de Armas.
Al momento se formó una comisión para traer la venerada imagen, la misma que estaba encabezada por Fray Sotil, escogiéndose para esto, los mejores mulos de la comarca, y al partir hicieron la promesa de no regresar sin traer la codiciada prenda.
El nerviosismo fue enorme durante los 4 días (8 de setiembre) de su ausencia que llevaba la Comisión, se tejían una serie de conjeturas alarmantes, entre ellas aquella en que se decía que los otros vecinos ya se habrían llevado la imagen a su pueblo. Felizmente todo terminó cuando apareció la figura cansada de Fray Sotil, quien adelantándose a los demás informó que dentro de pocas horas estaría de regreso la comisión; pero que de inmediato debía prepararse el sitio donde se pondría la imagen.
Al llegar el grueso de la comitiva a la Plaza de Armas, repicaron las campanas en medio del alboroto de la gente, mientras tanto en un descuido, la mula que portaba el cajón con la Virgen se había apartado hacia un costado de la Plaza, y con muestras de cansancio dobló sus patas delanteras y acostóse cuidadosamente como si supiera que tenía que cuidar su carga, el lugar que había escogido el jumento estaba como a 100 metros de la Iglesia Principal.
La imagen de la Virgen de Guadalupe fue descargada, y en hombros fue conducida al lugar que le habían reservado en la Iglesia; tiempo después se realizó un Cabildo abierto con asistencia de las principales autoridades y vecinos notables, y en él se acordó construir el nuevo templo en un sitio adecuado de la Plaza, por coincidencia fue elegido exactamente el lugar donde se echó el jumento, generalizándose la creencia que se había operado un milagro. En este mismo Cabildo se determinó que la fiesta oficial en honor de la Santísima Virgen, debía celebrarse todos los años, el día de la natividad, o sea el 8 de Setiembre, tradición que se cumple religiosamente hasta nuestros días.
( Nasca : Datos Geográficos - Históricos Prof. Josué Saúl Lancho Rojas )
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