I PARTE
Las cofradías fueron asociaciones de fieles –de derecho eclesiástico- creadas para ejercer obras de piedad ó caridad y especialmente para el incremento del culto. Erigidas principalmente bajo advocación de dios, la virgen, los santos y/o los ángeles, e incluso congregaron hermanos de acuerdo a su clase social, categoría y casta: las hubo de indios, negros, de españoles, de blancos, de morenos, de mestizos, de caballeros, de oficiales, etc. Las advocaciones de María, se debieron a grupos de la misma región de España que se afincaron en un determinado lugar del Perú. Así se hizo la advocación a Candelaria, Guadalupe, Cinta, Consolación, Regla, Remedios, Tránsito, etc.
Las Cofradías de Gloria incluyeron a vírgenes, santos y santas Patronos de pueblos y Villas. Curioso es que se exigía a los hermanos ingresantes, firmar un documento declarándose ESCLAVOS del santo, virgen ó Cristo motivo de advocación de ésa Cofradía. De todas las Cofradías habidas, las más extendidas fueron las de Ánimas ó de Benditas Ánimas del Purgatorio.
Toda Cofradía estaba siempre presidida por el sacerdote del pueblo y repartía diferentes cargos: el Rector ó Mayordomo; Llamador ó Avisador, (a veces era el Sacristán); Vigilantes del funcionamiento general, Escribano; miembros en general: veinticuatro: hermanos, congregantes, cófrades, socios, etc. Y también existían funciones con nombres muy específicos: Albacea de Ánimas, Mayordomo de Cera, ó Luminero; Protector de Enfermos, Enterrador, etc.
Desde 1613, en el Perú se exigía que toda Cofradía solo se pudiera fundar con aprobación del Arzobispo. Y en el Sínodo de 1636 también se señalaba que no se funde Cofradías sin aprobación del Ordinario, con el fin de evitar el daño y perjuicio a los indios; vejaciones, cargas y tributos y también vicios y gravísimos pecados en que habían caído muchas. Porque hubo sacerdotes que se sirvieron abusivamente a través de las Cofradías.
Hace un buen tiempo atrás nos cayó “del cielo” tal vez también por intercesión de las benditas ánimas de nuestros antepasados, el “Catálogo de Cofradías del Archivo del Arzobispado de Lima” y otros archivos. En ése precioso documento, se consignan diversos autos (juicios) en los que hemos encontrado invalorables datos históricos que compartimos gustosamente con los cultos lectores de “La Opinión”:
857-XVI: 21 1653 NAZCA (.)
Autos seguidos por el Licenciado don Diego de Zarzosa, Visitador General del Arzobispado, contra el capitán don Alonso de Mendoza y Cárdenas, Mayordomo de la Cofradía de la Purísima Concepción (Nazca), para que presente las cuentas del tiempo de su administración. 6 f.
1235. XLI: 8 1632 NAZCA (.)
Autos seguidos por Pedro Guari, de la Cofradía de Nuestra Señora de Copacabana (Nazca) contra los bienes del difundo Martín Guarcaya, indio sillero, para que le sean pagados los 138 pesos que el difunto acumuló siendo mayordomo, con el objeto de traer de Lima un dosel para la imagen de la Virgen. 16 f.
2471. XLI: 3 1617-1621 NAZCA (.)
Autos seguidos por don Antonio de Paz, ex cura interino del valle de Nazca, contra don Martín de Mendoza, Mayordomo de la Cofradía de San Sebastián (Nazca) para que le pague los 38 pesos que le debe por las misas que dijo el tiempo que fue cura en éste valle. 31f. 1b., 1 suelto.
2604. XLI: 12 1641 NAZCA (.)
Solicitud que presenta el Presbítero Agustín Vicente de Terrones, pidiendo licencia para que se construya un altar privilegiado de las Benditas Ánimas en la iglesia del pueblo de Nazca, con sus constituciones respectivas, no existiendo ninguna Cofradía con ésta advocación que lo impida. 1f., 1b.
La lectura de ésos documentos nos permite concluir que, entre 1617 y 1653 existieron en nuestro amado pueblo de Nasca:
1) Cofradía de San Sebastián (1617)
2) Cofradía de Nuestra Señora de Copacabana (1632)
3) Cofradía de las Benditas Ánimas (1641)
4) Cofradía de la Purísima Concepción (1653)
Y además, el interesante artículo “Plétora de Cofradías” (de autor desconocido) publicado el 17 de Agosto de 2013, señala que en Nasca también hubo:
5) Cofradía de la Sra. De la O y
6) Cofradía de Nuestra Señora del Valle
Estas revelaciones son inéditas y las ofrecemos de “La Opinión”, diario que difunde cultura.
Ellas tienen la virtud de desmentir irrefutablemente la afirmación de que la Virgen de la Candelaria (perteneciente al grupo de vírgenes “negras”) haya sido “antigua Patrona del pueblo de la Nasca junto al Apóstol Santiago”. Solo podremos aceptar la existencia de su culto con el nombre de “Virgen de Copacabana” (la misma que en realidad fue advocación de Candelaria), pero recién alrededor de 1632, fecha muy posterior a la entronización de Santiago.
( Sixto I. Fernández Alvarado / condechaucato@yahoo.es )
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