IV PARTE
(A la memoria de nuestro amigo y devoto nasqueño, don Ángel Ancaya Pasache)
En principio, debemos rectificar un lapsus nuestro en un párrafo de la III Parte en el que expresamos: “Un valioso dato que derrumba la certeza de que la extirpación de idolatrías se alargó varias décadas en Nasca…“; debió decir: “Un valioso dato que confirma la certeza…” Nuestras disculpas a los ilustrados lectores de éste diario.
Efectivamente, tal proceso de extirpación se alargó tanto que hubo voces de protesta y advertencia, como la del padre Avila de Huarochirí, las que motivaron y accionaron el Tribunal de la Inquisición y otras medidas.
Nos permitimos hacer un paréntesis aquí, para expresar nuestra honda satisfacción por el nuevo y feliz hallazgo que ha sido para nosotros, un artículo de don José Antonio Benito, historiador eclesiástico, aparecido en Roma el 17 de Junio de 2012. El autor relata que fueron cuatro “piadosos cristianos” (quienes acompañaban diariamente los viáticos con un cirio en la mano) los fundadores de la Cofradía del Santísimo Sacramento pero que su creación oficial y definitiva se debe al dominico fray Tomás Stella (1538) ratificado con una bula papal “Dominus noster leus Cristus”del 30 Noviembre de 1539. Luego se fundaron en muchos lugares del mundo. Afirma el autor que en Lima se creó el mismo año de la fundación de la ciudad. Su constitución y regla señalaba que la integraban 50 hermanos seglares, aparte de los sacerdotes y que tenía la obligación de financiar cierta “danza de niños” (¿?) ¿Será la “danza de los negritos” en nuestra región, una reminiscencia de aquella “danza de niños?
También cuenta el artículo que ésta Cofradía fue la más extendida, seguida por la de “Nuestra Señora” (¿?) y de las Animas, “en ése orden”. Que los cófrades se obligaban a una particular devoción del misterio eucarístico y se esmeraban en honrarlo, con el máximo esplendor posible “en la fiesta del Corpus Christi”.
Siguiendo con el artículo, afirma que, según Censo Eclesiástico ejecutado en tiempos del Tercer Arzobispo de Lima, Bartolomé de Lobo Guerrero, consta que en casi toda la extensión de la arquidiócesis tenía vida ésta Cofradía señalando una larga relación en la que aparece la Cofradía en lugares cercanos como Lunahuaná, Chinchán (¿Chincha?) (“cerca a Pisco…”), y también en el mismo Puerto de Pisco, y en Coayllo y Calango (Ica) y… ¡EN NASCA!”
Con ésta importantísima primicia, amable lector, hacemos un recuento de la relación que ofrecimos en la Primera Parte y llegamos a un total de ¡SIETE! Cofradías habidas en nuestro amado pueblo de Nasca. Aún nos faltaría confirmar si la hubo ó no, en honor y advocación al santo patrón del pueblo, apóstol Santiago.
Además, ofrecemos un valioso dato para los cultos lectores y también investigadores de nuestra historia: Sabido es que el extraordinario religioso pisqueño, don Carlos Pedemonte representó a Ica como diputado conjuntamente con nuestro Prócer nasqueño, don José Manuel Mesa, para el segundo Congreso Constituyente. También se conoce que Pedemonte pertenecía a la Orden del Oratorio de San Felipe de Neri. Y además un gaseoso dato dice que en sus años maduros Mesa habría abrazado los hábitos muriendo en un convento…que hasta hoy nadie ha podido averiguar a qué orden perteneció. Hemos especulado que por la cercanía a Pedemonte, también pudiera haberse enclaustrado en la Orden San Felipe de Neri. Por confirmar. Un valioso documento titulado: “Historia de la Ilustre Congregación de Seglares de Nuestra Señora de la O”, de Rubén Vargas Ugarte (Feb. 1933-Milla Batres), señala algo que llama nuestra atención en su Anexo No.-6 “José Manuel Bermúdez. Apuntes Históricos. Archivo del Cabildo Eclesiástico de Lima No. 36. Hermandad de la Congregación de la O. Razón de los Hermanos difuntos desde el año 1770 hasta 1816. (1). Entre los difuntos enumerados en tal relación, señala para el año 1815, a los siguientes: Joaquín Orue, Luis Reina (Cura). Francisco Benites, José Zapata, José Zavala (Cura de Gorgor), Manuel Meza, Carlos Pedemonte (Cura), Lorenzo Mata, Vicente Arias, Julián Méndez, Tomás Querejazú y Simón Castilla. Definitivamente, ése “Manuel Meza” podría ser un familiar pero no nuestro Prócer, quien como ya señalamos fue miembro de la Asamblea Constituyente en 1826 y habría muerto mucho tiempo después.
Y para finalizar ésta parte que tiene un contexto netamente informativo, ofrecemos una última y valiosa información para los amantes de la investigación: La extirpación de idolatrías no funcionó en la medida que la iglesia aliada de los conquistadores, se lo había propuesto. He aquí otro invalorable hallazgo que hemos hecho y lo compartimos sin egoísmos: el “Catálogo de Documentos de la serie visitas de Hechicerías e Idolatrías del Archivo Arzobispal de Lima” elaborado por la Srta. Laura Gutiérrez Arbulú (Directora de AAL) mantiene en custodia un maravilloso legajo que duerme siglos, esperando que lo abramos y leamos páginas ignoradas de nuestra apasionante historia de Nasca:
I: 9 (Antes: IV: 7) 1623 NAZCA. “Averiguación que se hizo de la conducta observada por los Visitadores durante el tiempo que les tocó ver las causas de la idolatría. 8 f. Bachiller Vicente Severino (los folios 1 y 8v están descoloridos siendo dificultosa su lectura. El borde superior izquierdo está corroído”.
Como algunos ya saben, los Visitadores, eran en realidad temibles Jueces Visitadores con omnímodos poderes y cuyo rol era ir personalmente a las Doctrinas y verificar la labor de los doctrineros y exigir que se le hagan denuncias sobre idolatrías para formular sentencia. Iban acompañados de un séquito entre escribanos y una suerte de fiscales.
Trataremos de obtener urgentemente ése archivo para ofrecérselo íntegramente, amable lector de “La Opinión”, como una muestra de afecto y gratitud por preferir éste diario que difunde cultura y por leer a éste modesto columnista. Y por supuesto, será una nueva ofrenda a nuestro siempre amado pueblo de Nasca.
Sixto I. Fernández Alvarado
D.N.I. 06267171
Condechaucatoyahoo.es
( Publicado en el Diario “La Opinión” de Ica )
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