domingo, 26 de febrero de 2012

Cultura : ¿ Desea Ud. Publicar un Libro ?

¿DESEA UD. PUBLICAR UN LIBRO?

Empresa difícil y casi imposible, tratándose de un oscuro y plebeyo literato provinciano, bisoño por tanto, en eso de garrapatear una página tras otra sin el académico formato que imponen la Gramática y otras disciplinas. ¡Sí! Y también si es que no ha pasado por las acrisoladas Facultades de la especialidad. Aunque ante ésta última objeción… ¡Invóquese a Valdelomar!:

“Se cree que un pedazo de cartón con cuatro garabatos y un sello de la universidad lleva consigo el soplo divino de la inteligencia”. Como dijo nuestro gran Conde de Lemos, ¡El talento no se compra!

Continuando, si usted tiene un proyecto, antes de llevarlo a cabo, conviértase en su principal crítico. Y si luego de hacerlo le asoman dudas y reparos sobre su consistencia, no se desanime: lea el prólogo de “Don Quijote de la Mancha” y siga adelante.

¿Cuenta con los recursos necesarios para la impresión? ¿No? Entonces recorrerá un camino de espinas, pero si al final logra su heroico cometido, sonría contemplando el libro impreso, aunque la satisfacción que sienta, posiblemente será efímera ¡como la imagen que nos regala el espejo después de peinarnos!
-Oiga, pssst… ¿Y los derechos de autor?

-Ahhh, si…Vaya a las oficinas de INDECOPI -en la Capital. Si debe caminar un tramo, apriete bien el machote porque los ladrones vayan a pensar que debajo del brazo lleva usted algo de gran valor. Allí y después de tediosa espera, una señorita cansada de repetir el mismo rollo, no revisará el escrito ni lo dejará hablar, diciéndole que el pago es de CIENTO SETENTISIETE SOLES y poniendo en sus manos seis formularios de “Solicitud de Registro de Obra Literaria”, agregando que antes de presentarlos deberá dirigirse a la DIRECCION DE DERECHOS DE AUTOR, en el sótano del Edificio “D”. Si Ud. Intenta abrir la boca para agregar ó preguntar algo, será tarde: ella ya llamó a otro cliente.

Al ganar la calle, no olvide acudir a la cercana Biblioteca Nacional en donde otro encopetado empleado tampoco lo dejará hablar y le entregará sendas fotocopias de la Ley 26905. Así se ilustrará que después de JODERSE para publicar su libro, tiene que hacer un “DEPOSITO LEGAL”, o sea, entregarle al Estado “Para acrecentar el patrimonio bibliográfico y cultural de la Nación”, tres ejemplares, ¡so pena de multa ó ejecución coactiva! Y no vaya a tomarlo como algo cachaciento cuando el fulano agregue que el trámite de entrega ¡Es totalmente gratuito!

Dejémoslo allí.

Asumamos que tercamente logró alcanzar su meta anhelada. Eso nos obliga a hacerle una nueva pregunta: ¿Quiere vender su libro? ¿Si? ¡QUE LOCO! ¿Acaso no se da cuenta que no apellida Vargas Llosa ó Brice Echenique? ¿Acaso no se da cuenta que no es un distinguido cófrade de aquellos círculos literarios de “prestigio”?
Con un sentimiento (más de compasión que por devoción literaria) su más cercano círculo de amigos y conocidos contribuirán adquiriéndolo, aunque muchos, incluso después de hojearlo, le dirán: “Interesante…yo te aviso…”

Por todo ello, solo nos queda aconsejarle: ¡REGÁLELO! Por doquier, a diestra y siniestra; y así será usted muy reconocido y halagado como escritor. De lo contrario, la ruma de ejemplares irá al rincón. Así de fácil y práctico. Y no se queje por ser PIÑA y haber nacido en el Perú, país que regala millones de dólares en “INCENTIVOS” a los grandes empresarios pero que esquilma a quien desea hacer una pequeña empresa, máximo si ésta es del rubro literario o artístico. Y encima le cobra prohibitivamente por “defender sus derechos de autor” desde cómodas, burocráticas y lejanas oficinas, confiscándole además tres ejemplares, en lugar de pagarle el justiprecio.

En fin, no tiene que hacernos caso en todos nuestros comentarios. Paciencia, resignación y buen ánimo. En el peor de los casos, téngase usted, un oscuro y plebeyo literato provinciano, por un ciudadano impertérrito de la patria, exponente auténtico del MECENAZGO CULTURAL, cosa que está de moda. Y ésa sí –tenga la certeza- será la imagen que le regalará el espejo, ¡DESPUES DE PEINARSE!

condechaucato@yahoo.es