martes, 31 de mayo de 2011

Cultura : 27º aniversario de ANREL Asociación de Nasqueños residentes en Lima


ASOCIACION DE NASQUEÑOS RESIDENTES EN LIMA (A.N.R.E.L.) (1984)

por Sixto Fernández Alvarado
Conde Chaucato

PRIMERA PARTE

INTRODUCCIÓN:

La sociedad peruana, entendida como el conjunto de individuos que integran nuestra nación, ha estado siempre dividida en sectores definidos, cada cual con su propia idiosincrasia y sobre todo prejuicios que impiden su unidad, como herencia del colonialismo entremezclado con rezagos de la división social que existía en el incanato:

a) Los de “buena familia” ó “buen apellido” generalmente hacendados y de piel blanca. En éste grupo también se ubicaron las castas eclesiásticas.

b) Los comerciantes, artesanos, pequeños agricultores, etc. grupo compuesto por gentes de diferentes razas y cruces entre ellos.

c) Los “cholos” llamados así propiamente, indígenas “bajados” de la sierra y explotados en la agricultura, minería, servidumbre, etc.

Siendo así las cosas, cada quien se reunía y aún se reune con “sus iguales”. Y el pueblo de Nasca no ha sido la excepción. En los albores de 1900, su “gente de bien” se agrupaba en un núcleo cerrado. Los pobladores veían en ésas juntas una suerte de cofradía de la vanidad, soberbia, intriga y hasta maldad, bautizándolas burlonamente como “El Círculo Militar” y mejor aún, como ¡“La Tira Venenosa”!

Las pocas familias “pudientes” que se fueron asentando en Lima, se buscaban y relacionaban entre ellas. El Dr. Manassés Fernández Lancho nos ha contado en su interesante libro “Nasca en Anécdotas”: “Todos los nasqueños que viajaban a Lima, se alojaban en el Hotel “Francia-Inglaterra” de la Calle Judíos, y por las noches se iban a la peña nasqueña de Chacra Colorada, en la casa de don Federico Sarmiento”.

Allí pues, siguiendo su relato, llegaban los Montoya, Oropeza, Ancaya, Reyes y otros, sin olvidar que aquello se remonta a los años de 1928, 1930 y más. Es sabido que también, en forma idéntica y en paralelo, se reunían otros grupos en otros lugares. Pero el éxodo hacia la Capital de la República desde todos los niveles se fue acentuando en los años 60 de tal forma que al llegar a los años de 1980, ya existía una importante colonia de nasqueños en calidad de residentes. Precisamente en el año 1980 fuimos invitados a integrarnos en un pequeño grupo conformado por Carlos Quintanilla (fallecido), César Torrealva, Sabino Navarrete, Jorge Luján, etc. con la idea de fundar un club de nasqueños. Luego de intensas reuniones en las que incluso se elaboró un proyecto de Estatutos, el grupo se disolvió.

En 1984 corría la voz de que otro entusiasta y nutrido grupo convocaba nasqueños alrededor de eventos deportivos que se cerraban como en el querido terruño, en medio de generosas libaciones y muestras de confraternidad. Allí, derrochaban su pundonor nuestros grandes amigos, inacabables deportistas Alfonso Ruiz, Jorge Chávez, “Nene” Sánchez, “Bolero” Gonzales y otros. Así fueron llegando otros entre los que recordamos a Hernán Acosta, Paul Medina, Nilo Canales, Oscar Calderón, Guillermo Huamaní, quienes luego enfocaron el asunto de armonizar lo deportivo y lo social.

¡Encendiéndose la chispa de la Asociación! Un día del mes de mayo del año 1984, fuimos invitados por ése grupo a una reunión previa en la que se decidió unánimemente convocar a una Asamblea de Nasqueños para fundar la anhelada institución. Esa noche, y luego de aquel feliz encuentro, con el corazón henchido de ilusión, cada uno de los asistentes quedamos convencidos que íbamos a escribir juntos ¡Un nuevo y hermoso capítulo de la historia de nuestro amado pueblo!

*MAÑANA LA SEGUNDA PARTE DE LA HISTORIA DE ANREL.

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