El gerente general de Aeroica, Franklin Horler, descartó ayer que la nave de esta empresa accidentada en la víspera en el aeródromo María Reiche de Nasca, en el departamento de Ica, haya presentado fallas mecánicas.
Sostuvo que -según lo expresado por el piloto Carlos Bartra, el único sobreviviente- el hecho se produjo cuando la nave ya había despegado y una de las pasajeras entró en pánico, tras lo cual el piloto trató de regresar a la pista de aterrizaje.
“Por desgracia han construido y puesto cables de alta tensión la semana pasada, los cuales impactaron con la aeronave y después ésta terminó contra un edificio de tres pisos. Son construcciones clandestinas, no tienen licencia”, enfatizó en RPP Noticias.
Horler dijo desconocer qué motivó el pánico en la pasajera, sólo que ésta jaló el arnés del piloto, y eso lo obligó a regresar. “Hay gente que no está acostumbrada a volar en avioneta y cuando se despega en la tarde hay vientos encontrados y un sacudón bastante fuerte.”
Insistió en que la presencia de las construcciones cerca de la cabecera de la pista así como los cables de alta tensión ubicados a lo largo de la carretera Panamericana Sur constituyen un riesgo para las operaciones aéreas.
Mencionó que la Dirección General de Aeronáutica Civil ha enviado a técnicos de la Comisión Investigadora de Accidentes Aéreos, que han tomado análisis de los instrumentos, el motor y la situación, y luego emitirán un dictamen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario