Amable lector de la Opinión, el diario que difunde cultura:
El tema que vamos a ofrecerle en éste artículo, de veras que es otro regalo que en nuestra terca investigación histórica hemos logrado obtener y con agrado lo compartimos con Ud.
Recordemos previamente que en su gira hacia el sur del Perú, Bolívar estuvo en Ica (20 Abril); en Nasca (26 Abril); Yauca (28 Abril), Acarí (29 Abril); Caravelí (05 Mayo); Chin Chin (07 Mayo) y Arequipa (12 Mayo).
También recordemos que luego de la Batalla de Ayacucho Sucre recibió la orden de Bolívar de internarse en el territorio del Alto Perú, hoy Bolivia, lo que hizo a partir del 25 de febrero de 1825.
Poco ó nadie sabe, que estando Bolívar en nuestro amado pueblo de Nasca, y alojado tal vez en una de las hermosas haciendas como era la de Cahuachi, no dejó de dar instrucciones y escribir cartas a sus colaboradores. Entre todos esos documentos, hemos tomado conocimiento de una de ellas que le escribió a su brazo derecho y leal amigo, el general don José Antonio de Sucre, legítimo vencedor y Mariscal de la Batalla de Ayacucho.
Allí pues, en nuestra tierra libertaria y tal vez bajo la augusta sombra de un huarango, Bolívar tomó la pluma como solo él lo hacía, con maestría, para redactar una de sus más significativas y reveladoras epístolas que líneas abajo resumidamente vamos a transcribir.
Bolívar y a gran distancia, manejaba los hilos políticos como un diestro titiritero y Sucre fue su títere favorito: Teniéndolo en el Alto Perú, planeaba sutilmente la mutilación de nuestra herencia incaica y colonial. Al 21 de Febrero, temía que si una Asamblea General convocada por Sucre, proclamaba la independencia del Alto Perú, esto provocaría la independencia de Ecuador con respecto a la Gran Colombia. Por lo tanto no autoriza la Asamblea ignorando que Sucre ya la convocó. Su plan era que Sucre se limitara a ocupar ésa región militarmente hasta que llegara él para decidir las cosas.
En tanto hasta ésa fecha, Bolívar recibe los correos de Sucre informándole que el 09 de Febrero ya convocó a Asamblea y otros avances y el 04 de Abril éste recibe en Potosí la respuesta contundente y enérgica que ése mismo 21 de Febrero le dirige Bolívar: “ Ud. Está a mis órdenes con el ejército que manda y no tiene que hacer sino lo que le mando…” “….Usted tiene una moderación muy rara: no quiere ejercer la dirección de general cual le corresponde, ejerciendo de hecho el mando del país que sus tropas ocupan y quiere sin embargo, decidir una operación que es legislativa…”
Esto resintió a Sucre quien no dudó en retrucarle con indignación y rabia, totalmente dolido: “…su carta me ha dado un gran disgusto, pero no con Ud. Sino conmigo mismo que soy tan simple que doy lugar a ésos sentimientos…”En fin, mi general, yo puedo haber errado pero sin intención ninguna; al contrario mi objeto ha sido complacer a Ud. Y servir tanto a éste país como al Perú, a Buenos Aires y a la América con un paso que evitaba las facciones y tumultos…” “Añadiré a Ud. Más y perdóneme por nuestra amistad: en el correo enviaré mi renuncia del mando del ejército unido…” “…no entiendo el manejo de los pueblos, sería un desatino tomar sobre mi responsabilidad asuntos que me van a causar disgustos…” “Yo no soy para hombre público…”
Dicha carta que impactó hondamente a Bolívar, la recibió este en NASCA y cambiando totalmente el tono de su anterior misiva, le reconviene paternalmente: “Ayer recibí con un oficial del “Pichincha” las dos cartas de Ud. Del Potosí, a 04 de Abril. Veo por ellas con mucho dolor el gran sentimiento que le ha causado a Ud. Mi carta del 21 de Febrero. Yo me imaginé siempre que la delicadeza de Ud. Se ofendería por mi desaprobación a la convocatoria de los pueblos del Alto Perú…””Lo que a mí me hacía dudar y por lo mismo no resolver, lo juzgó usted muy sencillo y lo hizo sin necesidad; digo sin necesidad porque el país aun no se había libertado; segundo: porque un militar no tiene virtualmente que meterse sino en el ministerio de sus armas; y tercero: porque no tenía órdenes para ello…” “…Mientras tanto, el ejército unido ocupará el país militarmente y estará sujeto al general en jefe que yo nombre. Este general en jefe es usted, y no puede ser otro sino Ud. “
¿Quién lo diría? Curiosidad histórica se ha dado en Venezuela hacen unos años, que aquella carta, luego de ser falsificada y adulterada , pretendió ser utilizada políticamente por el Chavismo dentro de una orquestada campaña para “demostrar” que Bolívar fue socialista y así justificar la radicalización del “Bolivarianismo” del fallecido presidente de ése país, Hugo Chávez.
condechaucato@yahoo.es
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