miércoles, 16 de mayo de 2012
Cultura : Sigue la polémica sobre Kon
LOS HIJOS BASTARDOS DE CON
Ante la elocuente, versada y fina opinión del noble y aristocrático “Conde Chaucato”, máximo representante del verbo y de la pluma, en esta vasta y frondosa fauna en que vivimos, respondiendo un artículo del suscrito que versa sobre nuestro amado dios CON ; no me queda mas remedio que aceptar protocolarmente y con reverente diplomacia, tan digna respuesta. No sin antes mencionar que este intercambio epistolar ha de ser recordado entre los lectores de hoy, como aquellos lectores que recordamos los “Diálogos Máximos”, escritos por Abraham Valdemolar, nuestro recordado “Conde de Lemos”, salvando las distancias abismales por supuesto.
Acopio literario que establecieron el año 1916, entre quien sería el Amauta José Carlos Mariátegui y nuestro co-departamentano don Abraham Valdelomar, llamado “El Conde Plebeyo” por uno de sus biógrafos mas conspicuos, el chinchano don Manuel Miguel de Priego, de cuya obra nos nutrimos constantemente para saciar nuestro apetito intelectual. Para aquellos que aun no han leído ese documento, Mariátegui camuflado bajo el pseudónimo de Manglio, respondía con mucha versatilidad las opiniones de Valdelomar, protegido bajo el antifaz de Aristipo.
Mientras que a través de esos diálogos desfilaban personajes conocidos de la metrópoli limeña, convertida por ellos en pobladores zoomórficos, como el canguro y el caballo; hoy estamos enfrascados, con mi dilecto y apreciado sobrino Sixto Fernández, en la delicada cruzada de la investigación de un ser mitológico como CON, que por tantos años hemos opinado sobre el, por lo que es tarea muy difícil para cualquier mortal desarraigarlo de la dermis, la epidermis ,el cerebro y el corazón de los nasqueños.
Con este pequeño introito paso a ofrecer por última vez mis opiniones sobre CON, dedicando su contenido a la memoria del Amauta nasqueño Dr. Manassés Fernández Lancho, la mente más lúcida que ha producido nuestro pueblo, hasta hoy, con el respeto que se merecen otros lustres paisanos.
Al iniciar este análisis éramos consientes que en torno a la paternidad de CON se generaría una interesante polémica, por que ya habíamos considerado que las reacciones eran lógicas en base al resultado de este análisis objetivo y sobretodo despojado de subjetividades. Negar la existencia de CON entre los nasqueños era comparable al examen tomográfico de un paciente enfermo que al salir de la cámara hiperbárica, se le había diagnosticado un cáncer terminal, que como era lógico causaría una depresión entre sus familiares y amigos ; y la cosa se agravaría aún más, cuando a nuestro padre CON al cual habíamos venerado y aceptado como el ser que nos engendró, se le practicara el examen de ADN, y quedara demostrado que no era nuestro padre biológico, lo que demostraría traumáticamente que más bien nosotros seriamos sus hijos bastardos, lógicamente desde el punto de vista religioso.
El escribir Con o Kon, son cosas mas de forma que de fondo, partiendo por decir que los cronistas privilegiados que bebieron primogénitamente de la fuente del “Manuscrito de Huarochirí”, como Francisco López de Gómara, Gutiérrez de Santa Clara y Agustín de Zárate, leyeron que CON estaba escrito con “C” y no con “K”, oportunidad que aprovechamos para manifestar que gracias a una corriente “peruanista” que nace en la década del ´40, algunos historiadores quisieron imponer el uso de la “K” en todas las palabras indígenas, siendo el reconocido Rvdo. Alberto Rossel Castro quien “bautiza” en la zona de Nasca, todas los escritos de nuestra historia acuñándolas con esa letra.
En una opinión muy personal por cierto, pues no soy un lingüista ni pretendo serlo, nadie puede atribuirse la paternidad de saber cual o cómo era el alfabeto QUECHUA (algunos incluso quieren escribirlo ahora como CCECHUA),a pesar de que ya algunos cronistas como Pedro Cieza de León, opinaron que los quipus fueron un instrumento auxiliar de la memoria y cita como ejemplo a un indígena que le relató una larga historia ayudándose con uno de estos cordones ; Fernando de Montesinos afirma por su parte ,que en el antiguo Perú existió una escritura que después fue prohibida por leyes inquisidoras ,la cual hubiéramos querido rescatar. La relación de estudios respecto a la probable escritura incaica es interminable, pues continuaríamos cronológicamente con los estudios interpretativos del Dr. Rafael Larco Hoyle, sobre los pallares pintados tanto en las culturas Moche, Paracas y Nasca; prosiguiendo con los análisis ideográficos de los Tocapus realizados por la Dra. Victoria de la Jara y T. Bartlel; pero hemos deseado culminar este interesante acápite, con los estudios que realizó nuestro ilustre comprovinciano Dr. Manassés Fernández Lancho, al lado del Ing. William Burns Glynn.
Creemos que para hablar y aceptar a CON como la deidad suprema del pueblo Nasca, tenemos que empezar por una premisa: Aceptar o negar el contenido del Manuscrito de Huarochirí. Si lo aceptamos, estaríamos dando como válido que efectivamente este es el UNICO documento ESCRITO donde se habla por primera vez del “MITO DE CON”, que como es lógico, al ser escrito por un autor anónimo , sea indígena o español, pagano o cristiano ,fue quien recogió mitos, leyendas y costumbres del pasado prehispánico de esa zona. Y si lo negáramos, estaríamos sujetos a las interpretaciones que nos inspiran los simbolismos o deidades plasmadas en el dorso de un huaco o en la textura de un manto, que no hay por que negarlo, es lo que da pie al subjetivismo de una persona o un investigador iconografista que sigue la secuencia evolutiva del mismo.
A estas alturas de nuestra sustentación, nos preguntamos: ¿En qué basamento histórico nos podemos amparar para seguir creyendo en una deidad suprema Nasca, a la cual le seguimos llamando CON? .Yo me atrevería a decir que en ninguno, puesto que no existe un ícono que nos sirva de estereotipo y nos permita decir en alta voz: ! Este es el verdadero dios CON ¡, siempre y cuando este se estaría repitiendo idénticamente en todo momento, lo cual no es cierto , sino veamos algunos ejemplos:
-¿Acaso CON sería aquel ser que vemos con cuerpo en forma de pez y rostro de felino?
-¿Acaso CON sería ese ser con cuerpo de boto u orca marina y rostro antropomorfizado?
-¿Acaso CON sería ese ser con cuerpo de cóndor y rostro humano, portando báculos y cabezas- ofrenda?, etc., etc.
Si damos por cierto que las sociedades del mundo andino fueron politeístas, los Nasca probablemente tuvieron varios dioses, pudiendo ser estos: la serpiente, el gato montes, la escolopendra, el gusano, la orca, el halcón, etc.etc. que de antemano se convertirían en dioses del aire, de la tierra y de las profundidades, llamándoseles: dios-gato; dios-serpiente; dios-halcón; dios-orca, etc.
Aquí surge la pregunta del millón ¿Cuál es el estereotipo del llamado dios CON?, ¿alguien podría decir éste es?
Después de todas estas interrogantes sin respuesta , sobre la vasta y bella iconografía legada por los artistas Nasca ¿Podemos seguir creyendo que CON es el ser supremo del pueblo Nasca, simplemente por que así nos los han impuesto nuestros profesores o nuestros añorados abuelos?.Simplemente tenemos que decir NO, ¿Saben por qué?, por que aunque nos sea doloroso decirlo ,la ignorancia científica de los peruanos por todo su pasado histórico quedó demostrada a la llegada de los arqueólogos Alfons Stubbel, Wilheim Reiss y Max Uhle, entre los años 1874 y 1896, respectivamente; ya que nuestros abuelos antes que ellos realizaran sus estudios , calificaban de INCAICO todos los restos de nuestros ancestros y con el tiempo quedó demostrado que efectivamente no era así, puesto que habían existido muchas culturas antes de los Incas. Si dejáramos de lado la xenofobia que anida en algunas mentes y hace mucho daño a algunos investigadores peruanos, tendríamos que reconocer que gracias al método estratigráfico empleado en la arqueología traída por estos extranjeros, nos permitieron diferenciar entre lo que eran restos preincaicos de los restos incaicos y recién a comienzos del siglo XX se pudo hablar de cultura Chavín, Paracas, Nasca, etc.
Seguidamente, Cuando hablamos de acontecimientos pasados muy trascendentales, como son el tema de las civilizaciones antiguas peruanas e intercontinentales tenemos que saber medir los tiempos severamente y no caer en el facilismo de convertir los siglos en milenios para diferenciar la influencia de una cultura en otra, que es lo que pudo sucederle a muchos de nuestros antiguos estudiosos, que basados en su formación autodidáctica elucubraron sus propias teorías en los albores del siglo pasado, las cuales sin dejar de ser precursoras de la interpretación de la Cultura Nasca , hoy han sido desplazadas por otras que sometidas y contrastadas en base a excavaciones y evidencias científicas, se encuadran dentro de un orden lógico.
El Mito como bien sabemos es una fábula, ficción o alegoría en materia religiosa ,lo cual puede impulsar al estudioso a investigar sobre un determinado tema, pero cuando se trata de fijar conceptos ,en este caso sobre las ciencias sociales en Nasca, la hipótesis del dios CON, sometida rígidamente al método de la investigación histórica, no resiste aceptación alguna y queda como lo que es : EL MITO DE CON.
Un ejemplo de estas rupturas históricas sucedidas entre el paso de una civilización a otra, como: Paracas, Nasca, Wari, Ica-Chincha, Inca y Contemporánea, sucesivamente, solamente pueden hacerse a través de los estudios arqueológicos y antropológicos de campo, pues no recurrir a estas ciencias para interpretar la historia de lo que sucedió en la Cuenca del Rio Grande con sus 10,000 años de pasado, y basarnos en fuentes orales o trasmisión boca a boca ,sería una aberración, puesto que debemos tomar en cuenta que solamente la diferencia de años entre los conocimientos rescatados por los cronistas Pre-Toledanos, Toledanos o Post Toledanos, con la época del florecimiento Nasca existen 890 años ,lapso de tiempo en el cual es necesario recalcar, sucedieron cambios radicales en la población de Nasca, modificaciones impuestas primeramente por la influencia andina durante el Horizonte Medio, personificado por el Imperio Wari (Siglos VII al IX d.C.) y después durante el reinado del Señorío Ica-Chincha(Siglos X al XIV d.C).
Es ya conocido que durante la ocupación Wari durante 300 años, la singular belleza de la cerámica Nasca se diluyó por completo tanto en sus colores, en sus formas como en su iconografía y se transformó en una cerámica con símbolos y dioses andinos desconocidos. Este fue el primer corte umbilical traumático del pasado Nasca, incluyendo cambios intangibles importantes como su lengua, sus dioses, sus costumbres, tipología funeraria, formas habitacionales, etc. A todo ello tenemos que agregar el nuevo avasallamiento cultural al que nos sometió el Señorío Ica-Chincha por 450 años mas, con sus propias manifestaciones culturales, que perduraron hasta la llegada de los Incas, que en sus pocos 60 años de permanencia en esta región (1476 a 1532), nos impusieron, por lo menos levemente, su sello imperial en la lengua, su arquitectura (Caxamalca o Paredones y Tambo del Collao), entre otras mas.
Dicho en buen romance, cuando el príncipe Túpac Inca Yupanqui, llegó a este territorio al que ellos llamaron Nanascca (por si acaso es el vocablo quechua que escriben Garcilaso, Cieza y otros cronistas) pero que no sabemos como se llamaba este pueblo en sí, por que por aquella época ya no existían ni rastros de esa gran cultura, que recién a comienzos del siglo XX se le llamó CULTURA NASCA. ¿Entonces de que nombre de dioses Nasca estaríamos hablando, si cada una de las culturas arriba señaladas nos dejó el suyo?.
Nasca, 22 de abril del 2012
Josué Lancho Rojas