lunes, 23 de abril de 2012
Polémica sobre el Dios Kon II
POLÉMICA SOBRE EL DIOS KON
ESTA ES LA RESPUESTA DE "CONDE CHAUCATO" AL ARTÍCULO DEL PROFESOR JOSUÉ LANCHO PUBLICADO AYER :
KON: ¿DIOS BASTARDO DE LOS NASQUENSES?
por Sixto Fernández Alvarado "Conde Chaucato"
Dedicado al Sr. Boris Ricci Valle.
Difícil empresa es comentar y mucho más criticar las ideas expuestas por alguien cuando no se tiene su trayectoria, erudición y pergaminos. Nos referimos al destacado profesor don Josué Lancho Rojas. Claro que en muchos casos la más sencilla y humilde reflexión ha pulverizado verdades que parecían inconmovibles.
Por gentil invitación de nuestra estimada amiga, Sra. Linda Ingrid Eggersdted, bella dama nasqueña comprometida con la historia y cultura de nuestro amado pueblo Nasca, hemos accedido a ocuparnos de un importante artículo (como todo lo que escribe) del señor Lancho, referido al dios Kon.
El ilustre autor de reconocidas obras sobre la materia, ha aseverado con profusa y rotunda argumentación, que el dios Kon (el escribe “Con”) no es divinidad primigenia de los nasquenses y que tal se les habría atribuido recogiendo cierta alusión del arqueólogo Julio C.Tello y adoptando y adaptando lo que reza el cantar costeño de autor anónimo: “El Mito de Kon”.
De ser esto aceptable -por lo menos en el papel- La solución inmediata y práctica -por no decir facilista- para darle un dios PRINCIPAL al reino Naska, pudieron darla los mismos que ha citado el Sr. Lancho. Ellos deben precisar (ya es tiempo) cuál de los más representativos y genuinos íconos presentes en textiles y cerámica (también geoglifos) es la deidad principal del reino Naska: ¿Felino Volador? ¿Gato Manchado? ¿Ciempiés ó Escalopendra?, ¿Serpiente Dentellada? ¿Orca? Etc. ¡Pónganse de acuerdo! Una vez hecha la elección, el nombre que seguramente nos vendrá en inglés ó algún otro idioma europeo, lo traducimos en quechua para darle un “toque” ó acento autóctono... ¡y punto!
El señor Lancho ha descartado el Mito de Kon como el documento que otorga a ése ser, personería divina y “hegemónica” sobre cualquier otra deidad presente en el Panteón nasquense, pese a reconocer que éste habría sido una divinidad de la costa sur venida “del Norte” (Septentrión).
Cierto es que aunque nadie ha podido determinar la antigüedad de ése que podríamos llamar “Códice”, bien valdría aceptarlo como tal, en ausencia de una escritura nasquense y/ó un lenguaje fonético que con seguridad tuvieron y que hoy pertenece al conjunto de lenguas muertas.
¿Por qué aceptarlo? Porque es más fácil aquello, que aceptar al Cristianismo como “continuidad” y a la vez “disidencia” de la Religión hebrea: ¿un parto bastardo? no deseado ni aceptado por los judíos de todos los tiempos. Jesús, siendo judío en todos sus actos, decía que era “hijo de su Padre” sin llamarlo Jehová y anunció un “nuevo reino”, es decir un nuevo culto edificado sobre mitos.
Con respeto a las distancias y diferencias, también Manco Cápac -de estirpe Colla y tal vez cultor ó sacerdote del mítico Wiracocha (más tarde llamado Kontici Wiracocha)- hizo lo mismo: rodeándose de aureola divina se autoproclamó hijo de INTI (“el Sol”) y fundó un “nuevo reino”: el Qosqo a quien le dio un nuevo culto.
Demostrado está, pues, que todas las religiones son engendros mitológicos, y sabido es que mitos, leyendas y tradiciones son fuentes orales de la Historia, porque ellos encierran “algo” de verdad.
Muchos mitos ajenos han sido adoptados como hicieron los romanos con los griegos. ¿Quién puede, señalar de donde es oriundo el mito del “diluvio universal” que nos “vende” la Biblia? Aquél esta presente en la cultura Caldea-Babilónica, ¡y también en la china, azteca, maya e inca!
Otra lectura que nos inclina a aceptar a Kon como divinidad del reino nasquense teniendo como telón de fondo el citado Mito, nos viene de otra vertiente –histórica- a la cual venimos convocando la atención: la teoría del doctor Carlos Belli: Él nos ha dicho que en tiempos legendarios hubo una primera inmigración y asentamiento purana en Nanaska y éstos habrían fusionado su pensamiento ideográfico con el de los naturales. Mas tarde habrían venido los Arios “reformando su mitología” arrasada luego por tiahuanaquenses. ¿Qué tan antiguos fueron los tiahuanaquenses o sus ancestros collas? La presencia de ésos invasores altiplánicos nos da pie para plantear la hipótesis de que ellos habrían destruido las creencias locales imponiendo a Kontici Wiracocha, cuyo nombre con el tiempo pudo derivar en KON, apócope de Kontici.
¿Entonces por qué no se ha encontrado abundantes y repetitivas representaciones nasquenses del personaje que sujeta un báculo en cada mano?
Porque los nasquenses tenían una formación pacifista, producto de la filosofía hindú de Puranas y Arios. Por ello algunas de sus deidades más importantes como el gato ó felino demoníaco, ostentan un solo bastón quizás únicamente como símbolo de autoridad. Sin embargo no se confunda pacifismo con cobardía: ellos defendieron con fiereza su sagrado suelo: las cabezas trofeo que porta el felino son una demostración y advertencia.
Los nasquenses supieron sincretizar el variopinto universo de creencias impostadas por siglos dando rienda suelta a su panteísmo (amor a la naturaleza) expresado en forma artística. Los nasquenses fueron politeístas y como los griegos tuvieron diversas divinidades traducidas en íconos propios y originales. Sin embargo, atrás fueron quedando los dioses traídos por los inmigrantes asiáticos. Tal vez, el universo de figuras dibujadas en 500 kilómetros cuadrados de las Pampas de Nasca representen deidades y estén rodeando a una deidad principal, posiblemente oculta ó sepultada a propósito. Sobre éste punto, saludamos al grupo de investigación japonés que se apresta a realizar una nueva lectura de los geoglifos. Lectura que creemos, deberá forzosamente “cruzarse” con la obtenida de ceramios, textiles y hasta palos grabados. Ojalá que con el uso de su moderna tecnología encuentren nuevas luces.
¿Por qué no podemos sublimar y hasta “novelizar” la historia singular de nuestro pequeño reino de Naska?
Tal como lo hicieron con la historia incaica los reconocidos Inca Garcilaso, Cabello Balboa, Murúa y Montesinos. Recordemos que el documento aludido por el señor Lancho (“Dioses y Hombres de Huarochirí”) se ha calificado como el “documento más completo sobre mitología del Perú Pre-hispánico”. Y sin embargo, nos ha venido de una pluma hispana (Francisco de Ávila-1598) y recién fue publicado en 1966 por José María Arguedas. ¿Quién garantiza que su texto es “virgen” y que no ha sufrido “retoques” en su versión original?
Seamos pues, -si se quiere y se puede-un poco románticos y sobre todo, apasionados para reconstruir el pasado sui géneris de nuestros ancestros, del cual aún no se ha descubierto escritura sino un poético y formidable pensamiento ideográfico: ¡historia grabada con pinceles!: “En las grandes historias, el autor no escribe sino pinta...” Y “no hay una sola de aquellas en que no deba sus mayores bellezas a la pasión...” (Menéndez y Pelayo)
¿Acaso los “Comentarios Reales de los Incas” -piedra angular que ha servido para rescatar el fabuloso pasado del imperio incaico- no han sido calificados como la “realidad ideal”(no real) o mejor dicho una utopía? Es decir, están considerados como una obra literaria y no histórica. Aún así, imaginémonos una historia de los Incas sin los “Comentarios Reales”. Y hasta sin el famoso Drama “Ollantay”una obra que a ciencia cierta NADIE puede afirmar si fue creación inca ó española (Igual que “Dioses y Hombres de Huarochirí”) y sin embargo ha sido exaltado como reflejo de la “grandeza” inca (x). Y vayamos un poco más allá: ¿Qué sería de la historia que conocemos de la inmortal Grecia sin los poemas mitológicos de Homero?
“Sobre etapas anteriores a los Incas, éstas quedaban lejanas, su tradición se había borrado de la memoria popular ó supervivía aisladamente envuelta en lo legendario, proscrita y desvirtuada intencionalmente...”Los cronistas de los siglos XVI y XVII –salvo contadas excepciones-no atendieron a lo que aún hubiera podido salvarse de la tradición pre-incaica” (F. Kauffmann Doig-“El Perú Arqueológico” En ése marco fue encontraba inmersa la cultura Naska, recién dada a conocer por Uhle en 1901.
Por todo lo expuesto, invocamos a reconsiderar la estrecha relación que tiene el “Mito de Kon” con nuestro pueblo nasquense; No olvidemos que “El mito es una concepción excelsa que presta inmensa ayuda a la investigación histórica...” (José Luis Bustamante y Rivero).
Pieza literaria ó no, el “Mito de Kon” es el UNICO documento que nos ofrece el basamento necesario para engarzar mitología e historia, otorgándole cierta unidad a la teogonía de nuestros admirables ancestros, mientras se defina el debate en torno a “si es sostenible que el mito forma parte integrante de la historia ó si es más bien una creación paralela ó preliminar a ella...”
condechaucato@yahoo.es
Cel. 989356459