Alexander Muñante Cahua (El Correo)
El empate con sabor a derrota en casa, ante el cuadro huamanguino, dejó algo incómodo al dueño de casa, Juventud Guadalupe, quien no mira atrás y ahora piensa en su próximo rival, el Municipal de Acobamba.
El encuentro entre el equipo huancavelicano será este domingo en el estadio 12 de Noviembre en Nasca y se espera que las tribunas del recinto luzcan un lleno total para opacar al rival y seguir en carrera en la etapa regional de la Copa Perú en su edición 2008, por el grupo B.
Más ofensivos. El técnico nasqueño ahora tendrá que apostar a un juego más ofensivo para lograr un triunfo y seguir con vida en la Copa Perú.
El juego mostrado por el conjunto nasqueño debió ser más incesante ante los huamanguinos, quienes supieron contrarrestan los ataques ofensivos que pudieran haber liquidado el partido.
No violencia. Las autoridades deportivas hicieron un llamado de reflexión ante el organizador así como a las autoridades nasqueñas, para que la violencia sea desterrada en el partido del domingo en el gramado del 12 de Noviembre. El domingo pasado, el estadio lució un lleno total, pero los brotes de violencia lo opacaron todo.
Ahora el Juventud Guadalupe vuelve a los entrenamientos y en los próximos días podría sostener encuentros amistosos con los clubes de la zona con el único fin de definir el equipo titular que saldrá al campo de juego ante la escuadra huacavelicana que se viene con todo.
Esta vez la altura no estará a favor del Municipal de Acobamba, por lo que hay confianza de obtener un buen resultado.
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