Por: Sixto I. Fernández Alvarado
Por su riqueza patrimonial arqueológica, histórica, paisajística, agrícola, minera, marina, orográfica, etc. y por la nobleza y querencia de sus pobladores, Ica, Nasca, Chincha, Pisco y Palpa, son pueblos maravillosos, pueblos mágicos.
Mientras que Lima, la siempre veleidosa capital, engreída de Virreyes y Presidentes, succionaba y aún succiona la mayor cantidad de recursos para embellecerse ostentosamente, el rosario de pueblos del resto del Perú, como si pertenecieran a otro país, fueron abandonados por siglos en sus necesidades, proyectos y sueños de desarrollo. Los recursos que hoy invierte en sus distritos populosos para satisfacer necesidades precisamente de migrantes provincianos, son los recursos negados a nuestras Provincias. Y además, la historia policial y judicial denuncia que, sumados a nuestros males y carencias, las partidas distribuidas por el Presupuesto Nacional suelen recibir dentelladas “presupuestadas y contabilizadas” de hienas disfrazadas de Alcaldes, Presidentes Regionales, cada quien con su corte de lobos y coyotes, entre funcionarios y “asesores”.
La situación no ha cambiado mucho y por el riquísimo patrimonio que poseemos, solo contamos para explotar el turismo que por cierto y debidamente implementados, constituye un rubro económico importante. Pero…discriminados y en total desventaja con otros sitios turísticos como por ejemplo, en el norte, en donde se ha construido infraestructura museística de primera y en cantidad, mientras que en nuestros pueblos se evidencia la mezquindad y el peseteo para las inversiones. Una sola muestra es el emblemático Museo Regional de Ica, que debería ser un SUPER MUSEO. Véase Museo en Chincha, ¿Existe Museo en Palpa? Véase Museo en Pisco, véase el Museo de Paracas, véase el Museo de Nasca: todos nuestros tesoros están secuestrados y explotados por el Museo Regional de Ica y sobre todo por el Museo de Lima y otros como el Museo Alarco, Museo del Banco Central de Reserva, etc. Pisco no tiene mantos porque estos, pertenecientes a cientos de momias que evacuó a Lima don Julio C. Tello, relucen en el Museo de Lima y alegremente son expuestos en otros lugares del mundo, sin ninguna regalía para ese pueblo.
En tanto, nuestros propios pueblos se han ingeniado para crear sus propios slogans y carteles turísticos:
CHINCHA: “Chincha, capital de la amistad “, “Chincha cuna de Campeones”
PISCO: “La Puerta de la Libertad”, “Cuna de la Primera Bandera”, “Paracas: Bahía de la Independencia”
ICA: “En Ica nació la Patria”, “Ica. Capital de la Vendimia”
NASCA: “Provincia Enigmática”, “Tierra del sol eterno”, “Nasca, Patrimonio Cultural de la Humanidad”, “Nasca, primera batalla de la Independencia”
PALPA: “Capital Arqueológica de la Cuenca del Río Grande”
Claro que algunos de éstos rótulos son cuestionables y tendrían que ser replanteados a la luz de nuevos hallazgos históricos que han modificado antiguas y erradas jactancias y orgullos. Y acaso sea responsabilidad del Ministerio de Cultura, analizar cada uno de ellos y refrendar algunos y modificar otros, dándole a cada quien, el sello más resaltante y que lo identifique en el consenso turístico del Perú. Sello que deberá exhibirse no solo en carteles estratégicamente ubicados en el ingreso y salida de cada pueblo sino también en souvenirs, diarios, escuelas, colegios, universidades y hasta en el frontis y en el papel membretado de las Municipalidades.
Nuestros pueblos mágicos están cansados de presidentes capitalinos y de legisladores que disputan ferozmente para apetitosas comisiones congresales, pero jamás por comisiones ejecutivas para desarrollar uno a uno nuestros pueblos.
Últimamente hemos releído las 121 páginas del mamotreto llamado Plan Estratégico Institucional 2017-2019 del Gobierno Regional de Ica, aprobado mediante Resolución Ejecutiva Regional 482017 del 09 de Febrero 2017. Otro monumento más a la cháchara, perdón-a la elocuencia y visionaria proyección- que señala la “ruta estratégica” que en dos años debería conducir a la carreta de nuestra Región por la anchurosa vera del paraíso terrenal, gracias al hermoso ramillete de buenos deseos allí esbozados. Luego de sus considerandos y mandatos, la tal resolución no señala (en una clamorosa omisión), quién o quienes, desde fuera del gobierno regional, efectuarán una honesta e imparcial consultoría al término del periodo señalado (2017-2019) para evaluar y hacer de público conocimiento sus logros y sus fracasos. Bajo nuestra particular lectura, y lejos de otras muy buenas intenciones que efectivamente contiene, el citado plan, igual que todos los que históricamente se vienen elaborando, dan espaldas al fomento y promoción de la cultura actual en todas sus facetas: ¿A alguien del celebrado consejo regional le interesa construir y dotar a nuestros pueblos de los llamados “Palacios de la Juventud”? dotados de infraestructura necesaria para que nuestros jóvenes alternen en ambientes de sano esparcimiento; ¿A alguien le interesa construir y dotar a nuestros pueblos de verdaderos museos (y no mamarrachos), galerías de arte, conchas acústicas, auditorios, bibliotecas, videotecas, etc.? ¿A alguien le interesa la creación y sostenimiento de escuelas de arte, de música, sinfónica, coros, cabinas de grabación, clubes de teatro, talleres y concursos de canto, pintura, artesanía, de investigación arqueológica e histórica, etc.? ¡NO! ¡Estos “seudo planes de desarrollo” solo fomentan pueblos incultos!
(Publicado en el diario “La Opinión” de Ica, el 13.09.17)
condechaucato@yahoo.es
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