Para entender el desierto: el MALI presenta "Nasca", su muestra más ambiciosa :
El Museo de Arte de Lima inaugura exposición en la que exhibirá cerca de 300 piezas, entre textiles, cerámicas, fotografías y acuarelas.
La exposición permitirá ver también una serie de textiles de Cahuachi recuperados, como este manto ceremonial con adornos tridimensionales representando a seres zoomorfos. La pieza pertenece al Museo Regional de Ica. (Foto: Alessandro Currarino)
Maribel De Paz
De espaldas, sola, con su pelo cano, la mujer observa el enigma. Delante de ella se extienden, imperturbables ante el paso de los siglos, las líneas de figuras caprichosas que sus propias investigaciones asociaron a un calendario prehispánico. María Reiche, captada por el lente de Javier Silva, forma en esta foto parte de la monumental exposición sobre la cultura Nasca que alista el Museo de Arte de Lima. “No puedes obviar a María Reiche, aunque ya está probado que su hipótesis sobre el calendario no fue [la correcta], su aporte a la conservación de las líneas tiene que ser honrado”, afirma Cecilia Pardo, curadora de la muestra que reúne cerca de 300 piezas de la cultura Nasca y un afán particular: contar una historia distinta.
NOTAS RELACIONADAS
“Lo que nos enseñan en los colegios sobre Nasca son las líneas y la cerámica de colores, eso es lo que está aprendiendo mi hijo de 8 años, pero ¿qué más sabemos sobre Nasca? ¿Cómo se relacionan estos geoglifos con esta cerámica maravillosa? ¿Qué tenía esta sociedad de particular? ¿Por qué nos acercamos a ella y por qué, a diferencia de las culturas del norte que están de moda, no ha sido puesta en valor como se necesita?”, agrega Pardo, y recuerda que, si bien las Líneas de Nasca fueron un espacio ceremonial de conexión con los dioses, fueron también el lugar donde la gente pisaba, bailaba y realizaba sus rituales. “Las pampas eran como un lugar intermedio, donde estabas en la vida, pero te conectabas con los dioses; en las pampas hay evidencias de pisadas continuas, cerámica, altares, huecos de postes para el soporte de techos, la gente estaba ahí, era un lugar vivo”, remata.
Echando mano de la tecnología para entregar al visitante una experiencia interactiva, la exposición permitirá, vía iPads, oír el silbido de las añejas antaras que quince siglos antes soplaron sobre el arenal de la costa peruana. También, con la asesoría científica del proyecto Nasca-Palpa, la muestra permitirá apreciar, a través de una animación, el proceso de desertificación sufrido por este territorio y cómo las poblaciones de esta sociedad agrícola sin agua se fueron moviendo hacia la sierra. En alianza con el Museo Rietberg de Suiza y el Banco de Crédito, la muestra también permitirá apreciar metales, cerámicas, fardos funerarios y, por primera vez, cinco textiles restaurados procedentes del centro ceremonial de Cahuachi.
Tenemos hasta el 1 de octubre para dejarnos deslumbrar por el legado Nasca, cuando la exposición parta a Suiza en su ruta del asombro.
MÁS INFORMACIÓN
Lugar: Museo de Arte de Lima. Dirección: Paseo Colón 125, Parque de la Exposición. Temporada: del 21 de junio al 1 de octubre. Horario: martes a domingo de 10 a.m. a 7 p.m. Sábados hasta las 5 p.m. Ingreso: boletería.
( El Comercio )
No hay comentarios:
Publicar un comentario