PRELUDIO DE LA CREACIÓN POLÍTICA DE LA PROVINCIA DE NASCA :
PRIMERA PARTE
por Josué Lancho Rojas
Los pueblos de Nasca y Palpa, estuvieron ligados históricamente desde tiempos inmemoriales, tal como lo demuestran todos los estudios arqueológicos realizados por Uhle (1903) ,Tello y Kroeber (1926-27) ,incluyendo otros más recientes como los de J.Isla, M.Reindal y G.Orefici (2014). Por todos estos estudios científicos está determinado que Nasca y Palpa, conformaron en el pasado una unidad sincrónica culturalmente hablando.
A la llegada del Imperio Incaico en 1476, toda la región de la Cuenca Hidrográfica del Río Grande, fue controlada por AYLLUS territorialmente bien demarcados, que con el arribo de huestes españolas en 1532, fueron rebautizadas como PARCIALIDADES, cuyos nombres yacen perennizados en las diversas crónicas de la época, siendo estas: Por el Norte, las de Huayurí, Pallpa y Viscas ; el Centro, las del Collao (Hoy El Ingenio) y Caxamalca (Hoy Nasca) , y finalmente, la del Sur llamada Los Purumas (Valle Las Trancas o Poroma).
Años más tarde estas Parcialidades, ya convertidas en VILLAS y administradas por españoles, erigieron sus propias Parroquias con nombres propios y santos diferentes, como las Parroquia San Cristóbal de Palpa, San Juan Bautista de El Ingenio y Santiago de Lanasca. Así juntos marcharon de la mano hasta la Época Republicana, en que se crea la Provincia de Ica, el 25 de junio de 1855, junto con sus Distritos: Ica, San Juan Bautista, Yauca del Rosario, Humay, Chunchanga, Pisco, Palpa y Nasca.
Hubieron que pasar 74 años (1855 a 1929) ,para que los pobladores de ambos distritos hermanos empezaran a respirar aires de independencia política y ansiar cada uno la categoría de Provincia , es así como surgen indistintamente la conformación de los llamados COMITES PRO-PROVINCIA; los mismos que se encontraron con requisitos infranqueables para postular a ello, como era el de contar con servicios básicos indispensables, que ninguno de dos cumplía, a pesar de que Palpa por aquella época era un pueblo más organizado urbanamente hablando y con familias muy bien relacionadas en las esferas de Lima.
Fue en esa época que aparece la figura de un hombre que sin ser nasqueño, poseía el don de la palabra, la virtud sagaz de los políticos, el coraje para despertar a todo un pueblo de su letargo cívico ,y sobre todo, de poder unir en un solo ideal a toda una población, bajo el lema: ¡NASCA PROVINCIA ¡.
Nos estamos refiriendo a don Agustín Bocanegra y Prada, quien el 12 de marzo de 1937, es ungido como Presidente de la Junta de Notables del Distrito de Nasca; pero aquella semilla que germinó y dio después su fruto para que Nasca desarrollara y se convirtiera en Provincia, fue un reto que le plateara un joven nasqueño, en el discurso que antecedió el almuerzo ofrecido por el pueblo de Nasca al Señor Bocanegra, este ciudadano fue don Sixto Fernández Lancho, el 13 de abril de 1937, discurso del cual estamos arrancando los párrafos más importantes:
“Señor Bocanegra, señores todos…….aquí estamos reunidos para testimoniar nuestra solidaridad con la nueva comuna, sin desear que se determine nuestra presencia por el número de cubiertos. Debo decir en primera instancia que con el pueblo de Nasca se iba a repetir el caso de Pompeya, con la diferencia que a Pompeya la cubrió de cenizas un volcán y a Nasca la estaba cubriendo la basura y la inmundicia de la lenidad y negligencia de un municipio. Hacia aquellos que motivan sostener y continuar con este estado de cosas, debo deciros que un buen día llegó un agente viajero y me dijo: Si a este pueblo se le pusiera una tranca en cada bocacalle, sería un perfecto corral…”.
El discurso continúa con desgarradora objetividad a tal grado que impulsa al flamante burgomaestre, a plantearse el reto de hacer de Nasca, una ciudad digna de sus pobladores.
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