Solo siete de las más de cuarenta avionetas que operan en el aeródromo María Reiche quedaron autorizadas desde ayer para realizar vuelos turísticos sobre las pampas de Nasca.
Se supo que este reducido grupo de aeronaves, que pertenecen a cuatro de las 14 empresas que prestan servicios en ese terminal aéreo, superó la rigurosa inspección que realizaron, entre el viernes y sábado últimos, 16 inspectores de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), tras la caída de una avioneta de la empresa Nasca Airlines que ocasionó la muerte del piloto y seis pasajeros.
Las empresas que quedaron autorizadas para continuar volando son Aero Diana (1), Aero Paracas (2), Alas Peruanas (2) y Travel Air (2). Las naves restantes no podrán llevar a cabo ningún tipo de operación en tanto no subsanen las observaciones impuestas por los inspectores.
Efraín Alegría Huamaní, presidente de la Asociación de Transporte Turístico Aéreo de Nasca, señaló que está de acuerdo con las observaciones y recomendaciones que formularon los inspectores de la DGAC. Además aseguró que las decisiones serán acatadas por los integrantes de su asociación.
“Tras este lamentable accidente hay la necesidad de replantear las operaciones aéreas que se realizan en el aeródromo de Nasca a fin de mejorar los servicios que se brindan a los 140 mil turistas anuales que visitan Nasca. Además se debe mejorar la seguridad durante los vuelos”, aseveró.
Tras conocerse esta decisión, algunas de las aeronaves que fueron autorizadas pudieron atender a los cientos de turistas que esperaban conocer las famosas líneas de Nasca.
RECOMENDACIONES
El presidente de la Cámara de Turismo de Nasca, Manuel Huamaní Llamosa, indicó que luego de una reunión con sus agremiados y los representantes de las compañías aéreas, estos le expresaron que acatarán la norma que ordena que las naves vuelen con la presencia de un piloto y un copiloto. Esta fue la principal recomendación de la DGAC.
También se han comprometido a superar las observaciones planteadas por los observadores a fin de superar lo más pronto posible la suspensión.
En las dos últimas semanas el flujo turístico hacia Nasca se incrementó en un 25% como consecuencia de los problemas ocurridos en Cusco y en especial en Machu Picchu. Al día sobrevolaban Nasca unos 400 visitantes.
PARA RECORDAR
Denuncias que debieron atenderse
Hace aproximadamente dos años, este Diario denunció que la informalidad reinaba en el aeródromo de Nasca.
En aquella ocasión, las autoridades del Ministerio de Transportes decidieron que dos inspectores se encargaran de supervisar las operaciones de vuelo. Recién ayer se conoció que esos puestos eran rotativos.
Tras el accidente aéreo ocurrido el jueves de la semana pasada, la DGAC volvió a enviar inspectores al aeródromo de Nasca y se detectó que el 68% de las naves no reunía las condiciones de seguridad mínimas para volar.
La versión de un supuesto paro cardíaco que habría afectado al piloto de la avioneta siniestrada ya fue descartada.
(José Rosales, El Comercio)
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