sábado, 31 de octubre de 2009

Literatura y literatos de Nasca: Aurelio Muñóz Alarcón "Profekandela" / Jorge Gamboa Segovia.

“EL DOCTOR MANTECA”

Pronto perdió la razón
por decepción amorosa
por problemas u otra cosa
del tiempo perdió noción.
Si la luna en ocasión
cambió su modo de ser
personaje para ver
con el gusto que no peca
ese era el doctor “Manteca”
mejor dicho “Pachamé”.

Aunque a usted le parezca absurdo, muchas personas de esta nueva generación, no creen en la influencia que tiene la luna, en el comportamiento de los seres humanos y sobre la naturaleza; pero si les preguntamos a personas antiguas, más si son del campo, con mucha más razón nos dirán seriamente que, para cualquier actividad que se realice, se tiene que tener en cuenta las fases lunares; agricultura, siembra, cosecha y corte, para curar e inclusive para engendrar.

En la década de los setenta apareció en nuestra ciudad, un personaje folclórico muy diferente a los que teníamos por acá; de su nombre muy pocos nos acordamos, ni de dónde vino, pero su apodo, al toque lo identificamos; “el doctor manteca”, otros lo llamaban, “el loco pachamé”. Se comentaba que procedía de buena familia y que tal desequilibrio mental que tenía, se debía a una decepción amorosa, por disputa de una herencia familiar, por golpes en una pelea callejera y otras versiones más que escucháramos por ese entonces.

Físicamente era un hombre alto, de 1.80 metros, más o menos con una calvicie pronunciada, rasgos – zambo – acholado, delgado; cuyas características especiales eran tres : cuando se encontraba lúcido, su comportamiento era de ser alegre, juguetón y sobre todo por lo que vamos a contar.

Comenzaba su diario ritual arreglando su casa según él; su colchón, sus frazadas y sus demás cachivaches, preparaba su talco especial para los pies (chancaba pedazos de yeso y se empolvaba los pies y sus zapatos mineros) y salía a pedir a los amigos de la parada, su ración diaria; enroscaba el periódico más grande (el Comercio) e iba tocando, cual marca o señal que él imaginariamente tenía en su recorrido, como queriendo decir : “este es mi territorio”, pero a la vez creaba una tonadilla muy especial, de acuerdo a la persona que se topaba; así recorría parte de la ciudad, hasta la hora del almuerzo, en la que nuevamente pedía a la gente que ya conocía. Pero a eso de la una de la tarde, acudía a la plaza de armas antigua, a realizar su siesta habitual; tenía su banca muy especial, pobre de aquel parroquiano que no lo conocía, él caminaba por delante de quienes estaban sentado en su “banca”, y si no salían les hacia un escándalo de padre y señor mío. Hoy muchos recuerdan esas experiencias; el doctor “manteca” se sentaba en su banca, se sacaba sus zapatos mineros, las medias y las ponía a solear, y a echarse una siestecita, hasta cierta hora, en que volvía a su casa.

Cuando se encontraba con la influencia de la luna, se desconocía y se volvía agresivo; belicoso; muchas veces fue llevado a la comisaría por atacar a niños, mujeres y ancianos; la gente que ya lo conocía, sabía de estas reacciones y trataban de evitar encuentros con él, a la vez recomendaban que lo ignorasen, y así no tener problemas con él. La gente antigua del sector donde vivía decían que el doctor “Manteca”, estaba con la luna.

Cuando se encontraba lúcido y dialogaba con algunas personas de su confianza, hablaba de su origen, familia, su abolengo, de sus amores; comentaban que el doctor “Manteca” tenía un gran conocimiento, seguro habría tenido estudios superiores, y que lo que él contaba de su familia, posiblemente eran verdades.

*INTERESANTES RELATOS DE AURELIO MUÑÓZ "PROFEKANDELA", EL AUTOR DE LAS DÉCIMAS ES EL CONOCIDO JORGE GAMBOA SEGOVIA Y LA OBRA APARECE EN EL LIBRO CANDELA CON K, PUBLICADO ESTE AÑO.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Buenas tardes:
Desearía saber cómo podría comunicarme con el profesor Aurelio Muñoz Alarcón "Profekandela"

Unknown dijo...

Buenas tardes:
Deseo saber cómo puedo comunicarme con el profesor Aurelio Muñoz Alarcón "Profekandela"