Por María Calle Lizano (Psicóloga nasqueña)
Recordando la historia podemos ver que en el comienzo de la agricultura, la mujer trabaja la tierra; mientras los hombres se dedican a la caza de animales salvajes, la pesca y al cuidado de su territorio. Con el intercambio comercial, la mujer se limitó durante mucho tiempo al cuidado de los hijos, las tareas domésticas y los trabajos manuales artesanales, negándosele el privilegio a la educación y la participación en el poder civil. Por mucho tiempo se consideró a la mujer políticamente incapaz. La revolución industrial en Europa, a partir de 1789, con el descubrimiento de la máquina a vapor, da origen a una nueva tecnología que exige brazos para trabajar en las fábricas, participando la mujer en la vida laboral, percibiendo salarios mas bajos que los hombres.
Recién a fines del siglo XIX y a partir de la primera guerra mundial, la mujer comienza a incorporarse a la educación universitaria. La segunda guerra mundial produce una nueva revolución industrial y la fabricación masiva de electrodomésticos, facilitando las labores del hogar. Los hombres que tuvieron que asimilarse a las fuerzas armadas da lugar a ocupar puestos dentro de las fábricas. Mientras tanto, en el siglo XX, en todos los países civilizados se reconocen los derechos de la mujer como persona adulta en iguales condiciones que los hombres.
Actualmente, las mujeres tienen pleno protagonismo, invaden las universidades y compiten con los hombres en todas las áreas de la sociedad; tanto en los puestos de trabajo de jerarquía, como en las investigaciones científicas y la medicina; los puestos políticos de más alto nivel y en todos los campos de la cultura.
Por eso, FELIZ DÍA DE LA MUJER, a todas las mujeres del mundo, a la gobernante, a la mujer joven hermosa y radiante con logros de objetivos, a la mujer adolescente y a la pequeña e inocente niña, y sobre todo a esa “mujerón” que aún estando enferma trabaja sin desmayo para sacar adelante a sus hijos, olvidándose de su propio dolor no sólo físico, sino también espiritual.
Pero si nos preguntamos como logró ese liderazgo, pues simplemente aprendió a tomar decisiones pensando en los demás, aplicando sus valores y principios, escuchando posiblemente a Dios, porque sabe que su decisión repercutirá en el mañana. Decide entonces seguir el camino hacia adelante. Es precisa, sabe lo que quiere lograr, ve todas las posibilidades existentes y elige la solución que mas convenga a todos, pone en marcha su decisión y no teme al fracaso, aprende de sus errores, finalmente evalúa como le va para hacer rectificaciones. Dios nos siga bendiciendo con esa sabiduría a todos sus hijos para elegir bien como queremos ser.
1 comentario:
Que excelente comentario histórico de la participación de la mujer en la sociedad.
QUE VIVA LA MUJER
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