domingo, 4 de mayo de 2008

LIBRO DE COLECCIÓN ORO DEL PERÚ

Por Catherine Contreras /EL COMERCIO
En un principio fueron el sol, la luna y un pueblo en armonía con el universo. Oro, plata y cobre representaban a cada uno, si podemos simplificar de esta manera la compleja simbología de cada metal en sociedades como las que se desarrollaron en el antiguo Perú. Arte y sensibilidad prehispánicos plasmados en piezas que hoy el mundo reconoce y admira, y cuya riqueza está contenida en una obra que está por ver la luz.
"Oro del antiguo Perú" es el título de la publicación editada por Unimundo y H. Stern, en base al trabajo de la museógrafa Paloma Carcedo de Mufarech. Un homenaje a nuestra milenaria tradición aurífera, desarrollada por las culturas Chavín, Paracas, Nasca, Moche, Sicán, Chimú e Inca. Se trata de una obra que va más allá del estudio del objeto metálico en sí. Su objetivo es mostrar al lector cómo los antiguos peruanos conocieron los metales nobles, desde su extracción hasta las técnicas de transformación, para desarrollar piezas en las que imprimieron una simbología que revela su particular concepción del oro, principalmente, no en función de un valor económico, sino por lo que representaba espiritualmente: un regalo de la Pachamama al hijo del Sol, el Inca, a quien se le otorgaba el atributo de lucir este tesoro.
Llevaba narigueras y orejeras de oro para identificar su alto rango social, accesorios que acompañaban los unkus (camisas) de algodón y plumas con detalles de oro y plata si se trataba de una ocasión con fines diplomáticos. Tocados, coronas y diademas eran empleados por quienes ocupaban un cargo público. Brillantes pectorales en que el reflejo solar cegaba al enemigo eran el arma defensiva del militar. Muñequeras, tobilleras y collares completaban el atuendo de este personaje que brindaba con vasos de oro y vivía rodeado y emparentado con el precioso metal.
Este tesoro, inicialmente reconocido por los conquistadores, fue fundido y saqueado durante centurias. Muchas piezas, sin embargo, las podemos apreciar hoy, preservadas en las entrañas de la tierra de donde todo se originó.

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